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Hola, somos dos chicas apasionadas del terror, de lo oculto y lo místico.
Somos de un pequeño pueblo de Almería y nos encantaría que disfrutaseis, al igual que nosotras, con todo lo relacionado al miedo.
Gracias

miércoles, 30 de noviembre de 2011

Zugarramurdi el pueblo de las brujas:

Zugarramurdi, "el pueblo de las brujas", es una pequeña localidad navarra situada a escasos kilómetros de la frontera con Francia. Pasear por sus calles es un viaje hacia el pasado, una aventura que nos traslada a épocas en la que superstición y la magia reinaban en nuestro país.

Escondida entre los montes y rodeada de un paraje verde y frondoso, todavía se pueden observar en esta urbe los casones de las grandes brujas y sentir aquella atmósfera  que por momentos parece viva aún. Como una instantánea de hechicerías y maleficios.

La brujería en la península ibérica comenzó a dar sus primeros pasos sobre la base de antiguos cultos paganos unidos a los fascinantes inventos y descubrimientos de los alquimistas moros.
Todo comenzó cuando una joven del pueblo declaró que en sus sueños había volado y había podido ver a varios habitantes del pueblo participando enakelarres  Al poco tiempo acudió a la Santa Inquisición y 53 personas fueron trasladadas a Logroño.

El juicio duró más de dos años y fue seguido con gran interés por los europeos de aquel entonces. El 6 de marzo de 1610, 21 personas fueron acusadas de delitos menores, 21 recibieron el perdón de la Iglesia y 11 fueron condenados a la hoguera. Al día siguiente, de estos 11, quedaban 6 condenados ya que 5 habían muerto en el viaje. Los 5 fueron quemados.

Al entrar al pueblo se encuentra la plaza principal y se pueden ver muchas de las casas que pertenecieron a estas supuestas “brujas” de hace 400 años. A modo de juego, el visitante puede buscar las diez cruces que la Iglesia colocó para proteger al pueblo y que todavía  se encuentran en pie.   

Siguiendo el Arroyo del Infierno  se encuentran las cuevas del akelarre. En el prado de la entrada se juntaban brujas y brujos, y hacían los sacrificios de animales que les eran requeridos. Hay una tabla que nombra e indica la edad de las hechiceras: la mayoría rondaba los 20 años pero también las había mayores, de 80 años más o menos.

LAS 10 MEJORES PELICULAS DE TERROR DE LA HISTORIA DEL CINE:

El  resplandor:
Fue producida  en  1980  basada  en  una  novela  de  Stephen  King.
Sinopsis: Jack Torrance se traslada con su mujer y su hijo de siete años al impresionante hotel Overlook, en Colorado, para encargarse del mantenimiento de las instalaciones durante la temporada invernal, época en la que permanece cerrado y aislado por la nieve. Su objetivo es encontrar paz y sosiego para escribir una novela. Sin embargo, poco después de su llegada al hotel, al mismo tiempo que Jack empieza a padecer inquietantes trastornos de personalidad, comienzan a producirse extraños y espeluznantes fenómenos paranormales. 
        
 El  exorcista:
Fue producida en 1973 dirigida por William Friedkin.
Sinopsis:  Regan es una niña de doce años víctima de fenómenos paranormales como la levitación o la manifestación de una fuerza sobrehumana. Su madre, aterrorizada, tras someter a su hija a múltiples análisis médicos que no ofrecen ningún resultado, acude a un sacerdote con estudios de psiquiatría. Éste está convencido de que el mal no es físico sino espiritual, es decir, que la niña es víctima de una posesión diabólica. Por eso, con la ayuda de otro sacerdote decide practicar un exorcismo. 
         
La  matanza  de  Texas:
Fue  producida  en  1974  dirigida  por  Tobe  Hooper. 
Sinopsis: Cinco adolescentes se dirigen a visitar la tumba, supuestamente profanada, del abuelo de uno de ellos. Cuando llegan al lugar, donde hay un siniestro matadero, comerán una deliciosa carne en una gasolinera. A partir de ese momento, el grupo de jóvenes vivirá la peor pesadilla de toda su vida.
        
 La profecia: the omen
Fue producida en  1976.
Sinopsis: Incapaz de decirle a su mujer Katherine  la trágica muerte de su hijo recién nacido, el diplomático americano Robert Thorn acepta un huérfano como su hijo. Los detalles del nacimiento del chico son un secreto, pero cuando Damien va creciendo, empieza a dar muestras de que no es un chico corriente.
       
Dracula:
Fue producida en 1992 por Francis Ford Coppola
Sinopsis: En el año 1890, el joven abogado Jonathan Harker viaja a un castillo perdido de Transilvania, donde conoce al conde Drácula, que en 1462 perdió a su amor Elisabeta. El Conde, fascinado por una fotografía de Mina Murray, la novia de Harker, que le recuerda a su Elisabeta, viaja hasta Londres "cruzando océanos de tiempo" para conocerla. Ya en Inglaterra, intentará conquistar y seducir a Lucy, la mejor amiga de Mina.     

        
Viernes 13:
Fue producida en 1980 dirigida por  Sean S. Cunningha
sinopsis: Varios jóvenes pasan sus vacaciones en un campamento de verano, reabierto recientemente, y en el que unos años antes murió un joven ahogado en el lago. En poco tiempo, algunos de ellos son encontrados sin vida.



Frankenstein

Fue producida en 1931 dirigida por James Whale
Sinopsis: El doctor Henry Von Frankenstein se embarca en un experimento tenebroso: construir, a partir de trozos de cadáveres, un nuevo ser humano. Ayudado por su criado Fritz se adentra durante la noche en los cementerios de la localidad para arrancar a los cadáveres las partes que necesita. El cerebro que utiliza en su experimento había pertenecido a un criminal. 


Chucky el muñeco diabólico:
Fue producida en 1988 dirigida por Tom Holland.
Sinopsis: El vudú y el terror se apoderan de un muñeco de aspecto inocente habitado por el alma de un asesino en serie. Cuando Andy Barclay, un niño de seis años de edad, asegura que “Chucky”, su nuevo muñeco, ha arrojado violentamente por la ventana a su niñera, nadie le cree. Pero una larga serie de horribles asesinatos conduce al detective que se ocupa del caso hasta el muñeco y, entonces, descubre que el auténtico terror no ha hecho más que empezar. El malvado muñeco pretende transferir su diabólico espíritu a un ser humano, y el pequeño Andy parece ser el candidato perfecto.


SAW
Fue producida en  2004 dirigida por James Wan
Sinopsis: Un hombre llamado Adam se despierta encadenado a un tubo oxidado dentro de una decrépita cámara subterránea. A su lado, se encuentra otra persona encadenada, el Dr. Lawrence Gordon. Entre ellos hay un hombre muerto con un revolver en su mano. Ninguno de los dos sabe por qué están allí, sólo poseen un casette con instrucciones que dice que el Dr. Gordon debe matar a Adam en ocho horas. Si falla, ambos morirán, junto a la esposa del Dr. y su hija. Recordando una investigación de asesinato llevada a cabo por un detective llamado Tapp, el Dr. Gordon descubre que él y Adam están siendo victimas de un psicópata conocido como Jigsaw. Sólo les quedan unas horas para desenredar el complicado rompecabezas en el que están inmersos. El asesino les ha dejado únicamente unas pistas y dos sierras de mano, demasiados débiles para cortar la cadena que los ata, pero demasiado fuertes para cortar carne y huesos... 



POLTERGEIST:
Fue producida en 1982 dirigida por Tobe Hooper.
Sinopsis: Una familia americana de clase media se traslada a vivir e una nueva casa en un aparentemente idílico barrio, pero dentro de la casa comienzan a suceder cosas extrañas, fenómenos paranormales para los que no hay explicación posible...

POESÍA: EDGAR ALLAN POE

Edgar Allan Poe (BostonEstados Unidos, 19 de enero de 1809 – Baltimore, Estados Unidos, 7 de octubre de 1849) fue un escritorpoetacrítico y periodista romántico1estadounidense, generalmente reconocido como uno de los maestros universales del relato corto, del cual fue uno de los primeros practicantes en su país. Fue renovador de la novela gótica, recordado especialmente por sus cuentos de terror. Considerado el inventor del relato detectivesco, contribuyó asimismo con varias obras al género emergente de la ciencia-ficción.
Unas de las poesías más conocidas de este genio son "El cuervo" y "Annabel Lee"


ANNABEL LEE


Fue hace muchos y muchos años,
     en un reino junto al mar,
habitó una señorita a quien puedes conocer
     por el nombre de Annabel Lee;
y esta señorita no vivía con otro pensamiento
     que amar y ser amada por mí.

Yo era un niño y ella era una niña
     en este reino junto al mar
pero nos amábamos con un amor que era más que amor
     —yo y mi Annabel Lee—
con un amor que los ángeles súblimes del Paraíso
     nos envidiaban a ella y a mí.

Y esa fue la razón que, hace muchos años,
     en este reino junto al mar,
un viento partió de una oscura nube aquella noche
     helando a mi Annabel Lee;
así que su noble parentela vinieron
     y me la arrebataron,
para silenciarla en una tumba
     en este reino junto al mar.

Lo ángeles, que no eran siquiera medio felices en el Paraíso,
     nos cogieron envidia a ella y a mí:—
Sí!, esa fue la razón (como todos los hombres saben)
     en este reino junto al mar)
que el viento salió de una nube, helando
     y matando mi Annabel Lee.

Pero nuestro amor era más fuerte que el amor
     de aquellos que eran mayores que nosotros—
     de muchos más sabios que nosotros—
y ni los ángeles in el Paraíso encima
     ni los demonios debajo del mar
separarán jamás mi alma del alma
     de la hermosa Annabel Lee:—

Porque la luna no luce sin traérme sueños
     de la hermosa Annabel Lee;
ni brilla una estrella sin que vea los ojos brillantes
     de la hermosa Annabel Lee;
y así paso la noche acostado al lado
de mi querida, mi querida, mi vida, mi novia,
     en su sepulcro junto al mar—
     en su tumba a orillas del mar.

Esta poesía fue además versionada en el mundo de la música por el grupo español
Radio Futura:



Otra de las grandes obras de Poe es "El cuervo":
Una vez, al filo de una lúgubre media noche,

mientras débil y cansado, en tristes reflexiones embebido,

inclinado sobre un viejo y raro libro de olvidada ciencia,

cabeceando, casi dormido,

oyóse de súbito un leve golpe,

como si suavemente tocaran,
tocaran a la puerta de mi cuarto.
“Es —dije musitando— un visitante
tocando quedo a la puerta de mi cuarto.
Eso es todo, y nada más.”



¡Ah! aquel lúcido recuerdo

de un gélido diciembre;

espectros de brasas moribundas

reflejadas en el suelo;

angustia del deseo del nuevo día;
en vano encareciendo a mis libros
dieran tregua a mi dolor.
Dolor por la pérdida de Leonora, la única,
virgen radiante, Leonora por los ángeles llamada.
Aquí ya sin nombre, para siempre.



Y el crujir triste, vago, escalofriante

de la seda de las cortinas rojas

llenábame de fantásticos terrores

jamás antes sentidos.  Y ahora aquí, en pie,

acallando el latido de mi corazón,
vuelvo a repetir:
“Es un visitante a la puerta de mi cuarto
queriendo entrar. Algún visitante
que a deshora a mi cuarto quiere entrar.
Eso es todo, y nada más.”



Ahora, mi ánimo cobraba bríos,

y ya sin titubeos:

“Señor —dije— o señora, en verdad vuestro perdón

imploro,

mas el caso es que, adormilado
cuando vinisteis a tocar quedamente,
tan quedo vinisteis a llamar,
a llamar a la puerta de mi cuarto,
que apenas pude creer que os oía.”
Y entonces abrí de par en par la puerta:
Oscuridad, y nada más.



Escrutando hondo en aquella negrura

permanecí largo rato, atónito, temeroso,

dudando, soñando sueños que ningún mortal

se haya atrevido jamás a soñar.

Mas en el silencio insondable la quietud callaba,
y la única palabra ahí proferida
era el balbuceo de un nombre: “¿Leonora?”
Lo pronuncié en un susurro, y el eco
lo devolvió en un murmullo: “¡Leonora!”
Apenas esto fue, y nada más.



Vuelto a mi cuarto, mi alma toda,

toda mi alma abrasándose dentro de mí,

no tardé en oír de nuevo tocar con mayor fuerza.

“Ciertamente —me dije—, ciertamente

algo sucede en la reja de mi ventana.
Dejad, pues, que vea lo que sucede allí,
y así penetrar pueda en el misterio.
Dejad que a mi corazón llegue un momento el silencio,
y así penetrar pueda en el misterio.”
¡Es el viento, y nada más!



De un golpe abrí la puerta,

y con suave batir de alas, entró

un majestuoso cuervo

de los santos días idos.

Sin asomos de reverencia,
ni un instante quedo;
y con aires de gran señor o de gran dama
fue a posarse en el busto de Palas,
sobre el dintel de mi puerta.
Posado, inmóvil, y nada más.



Entonces, este pájaro de ébano

cambió mis tristes fantasías en una sonrisa

con el grave y severo decoro

del aspecto de que se revestía.

“Aun con tu cresta cercenada y mocha —le dije—,
no serás un cobarde,
hórrido cuervo vetusto y amenazador.
Evadido de la ribera nocturna.
¡Dime cuál es tu nombre en la ribera de la Noche Plutónica!”
Y el Cuervo dijo: “Nunca más.”



Cuánto me asombró que pájaro tan desgarbado

pudiera hablar tan claramente;

aunque poco significaba su respuesta.

Poco pertinente era. Pues no podemos

sino concordar en que ningún ser humano
ha sido antes bendecido con la visión de un pájaro
posado sobre el dintel de su puerta,
pájaro o bestia, posado en el busto esculpido
de Palas en el dintel de su puerta
con semejante nombre: “Nunca más.”



Mas el Cuervo, posado solitario en el sereno busto.

las palabras pronunció, como virtiendo

su alma sólo en esas palabras.

Nada más dijo entonces;

no movió ni una pluma.
Y entonces yo me dije, apenas murmurando:
“Otros amigos se han ido antes;
mañana él también me dejará,
como me abandonaron mis esperanzas.”
Y entonces dijo el pájaro: “Nunca más.”



Sobrecogido al romper el silencio

tan idóneas palabras,

“sin duda —pensé—, sin duda lo que dice

es todo lo que sabe, su solo repertorio, aprendido

de un amo infortunado a quien desastre impío
persiguió, acosó sin dar tregua
hasta que su cantinela sólo tuvo un sentido,
hasta que las endechas de su esperanza
llevaron sólo esa carga melancólica
de ‘Nunca, nunca más’.”



Mas el Cuervo arrancó todavía

de mis tristes fantasías una sonrisa;

acerqué un mullido asiento

frente al pájaro, el busto y la puerta;

y entonces, hundiéndome en el terciopelo,
empecé a enlazar una fantasía con otra,
pensando en lo que este ominoso pájaro de antaño,
lo que este torvo, desgarbado, hórrido,
flaco y ominoso pájaro de antaño
quería decir granzando: “Nunca más.”



En esto cavilaba, sentado, sin pronunciar palabra,

frente al ave cuyos ojos, como-tizones encendidos,

quemaban hasta el fondo de mi pecho.

Esto y más, sentado, adivinaba,

con la cabeza reclinada
en el aterciopelado forro del cojín
acariciado por la luz de la lámpara;
en el forro de terciopelo violeta
acariciado por la luz de la lámpara
¡que ella no oprimiría, ¡ay!, nunca más!



Entonces me pareció que el aire

se tornaba más denso, perfumado

por invisible incensario mecido por serafines

cuyas pisadas tintineaban en el piso alfombrado.

“¡Miserable —dije—, tu Dios te ha concedido,
por estos ángeles te ha otorgado una tregua,
tregua de nepente de tus recuerdos de Leonora!
¡Apura, oh, apura este dulce nepente
y olvida a tu ausente Leonora!”
Y el Cuervo dijo: “Nunca más.”



“¡Profeta!” —exclamé—, ¡cosa diabolica!

¡Profeta, sí, seas pájaro o demonio

enviado por el Tentador, o arrojado

por la tempestad a este refugio desolado e impávido,

a esta desértica tierra encantada,
a este hogar hechizado por el horror!
Profeta, dime, en verdad te lo imploro,
¿hay, dime, hay bálsamo en Galaad?
¡Dime, dime, te imploro!”
Y el cuervo dijo: “Nunca más.”



“¡Profeta! —exclamé—, ¡cosa diabólica!

¡Profeta, sí, seas pájaro o demonio!

¡Por ese cielo que se curva sobre nuestras cabezas,

ese Dios que adoramos tú y yo,

dile a esta alma abrumada de penas si en el remoto Edén
tendrá en sus brazos a una santa doncella
llamada por los ángeles Leonora,
tendrá en sus brazos a una rara y radiante virgen
llamada por los ángeles Leonora!”
Y el cuervo dijo: “Nunca más.”



“¡Sea esa palabra nuestra señal de partida

pájaro o espíritu maligno! —le grité presuntuoso.

¡Vuelve a la tempestad, a la ribera de la Noche Plutónica.

No dejes pluma negra alguna, prenda de la mentira

que profirió tu espíritu!
Deja mi soledad intacta.
Abandona el busto del dintel de mi puerta.
Aparta tu pico de mi corazón
y tu figura del dintel de mi puerta.
Y el Cuervo dijo: “Nunca más.”



Y el Cuervo nunca emprendió el vuelo.

Aún sigue posado, aún sigue posado

en el pálido busto de Palas.

en el dintel de la puerta de mi cuarto.

Y sus ojos tienen la apariencia
de los de un demonio que está soñando.
Y la luz de la lámpara que sobre él se derrama
tiende en el suelo su sombra. Y mi alma,
del fondo de esa sombra que flota sobre el suelo,
no podrá liberarse. ¡Nunca más!

Esta poesía, al contrario que la anterior, se hizo una representación en un especial de Halloween de la serie americana llamada "The Simpsons"



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