Relato corto trágico: "Brand" de Anabel Sánchez Quesada

Es una historia que he escrito y me gustaría que comentarais para darme vuestra opinión y seguir adelante con mis relatos. Gracias.

Ese día, Brand y yo fuimos al parque de atracciones, llevaba bastante tiempo convenciéndome para ir, así que finalmente acepté. Era mi mejor amigo por eso no podía rechazarlo. Todo iba sobre ruedas, nos lo estábamos pasando fenomenal. El aire olía a risas y felicidad. Yo siempre pensaba en una manera para poder decirle lo que sentía por él, pero no tenía el suficiente valor para hacerlo.
Estaba anocheciendo, por lo tanto dejamos la diversión y marchamos a casa. No vivíamos muy lejos de allí, así que fuimos a pie. Durante el trayecto hubo un momento en que él me miraba y yo a la vez sonrojaba, me llamó por mi nombre, quería decirme algo, pero el móvil sonó interrumpiendo el gran momento.
Brand miró el mensaje y justo en ese momento comenzó a correr sin dar ninguna explicación. Yo quedé perpleja, no sabía qué pasaba, el chico ya no quedaba visible en la calle, pero en ese momento tuve un mal presentimiento, seguro que todo no estaba bien, no podía quedarme quieta sin hacer nada temiendo por Brand y lo que pudiera pasarle.
Corrí, corrí con todas mis ganas aunque sin rumbo ojeando todas las calles, no había nadie, pero de repente, escuché voces masculinas que provenían de la calle siguiente, parecía una pelea. Jadeante corría para ver qué sucedía.
En efecto, cuando llegué habían cuatro chicos que acorralaban a Brand y le agredían violentamente. Cuando pudo aprovechar un despiste de uno de ellos, se levantó, e intentó correr. Pero llegó un quinto chico el cual tenía una pistola en la mano, no se lo pensó dos veces y le pegó un tiro en la cabeza.
Yo contemplaba la escena con auténtico horror, no sabía qué hacer, solo sé que metí la pata cuando de mi boca surgió un grito. Los cinco chicos se giraron hacia mí, tuve que despejarme para solo pensar en que debía correr.
Siempre me dijeron que era la más veloz, por eso no hubo problema. El chico de la pistola intentó herirme disparándome pero ninguna de las balas me cogió, pude esquivarlas. El problema vino cuando torcí la esquina. Uno de ellos se encontraba allí de pie.
Me cogió y me empujó al suelo. Me di un golpe muy fuerte. Luego llegaron los demás y comenzaron a pegarme

A los tres días desperté en el hospital. No sabía qué pasó después de aquella escena tan violenta. Estaba dolorida, tenía algunos huesos rotos y varios cardenales por todo el cuerpo.
A mi lado se encontraba la señora Valley. Ella y su marido llamaron a una ambulancia y a la policía. Gracias a ellos aún vivo y puedo contar esta historia.

A las pocas semanas me dieron el alta médica. Solo pensé en una cosa: ir a visitar a Brand.
Aquella tarde llovía incesantemente. Al principio me costó dar con el lugar donde descansaba el cuerpo de él, pero finalmente encontré el sepulcro.
Me sentí muy triste al pensar en lo solo que estaba allí. Deposité ocho rosas rojas sobre él y dije:
-"Te he traído rosas rojas porque sé que eran tus favoritas y en especial ocho porque simboliza el "te quiero" que nunca supe decirte, que sentía, que debía mostrarte y nunca arranqué esas palabras de mi corazón, ahora me arrepiento porque sé que no puedes escucharlo y mucho menos sentirlo".
No pude más, de mis ojos brotaron al fin lágrimas.
-"Hoy llora el cielo por ti al igual que lo hago yo".

Cada día doy gracias a la señora Valley y a su marido que me ayudaron en la calle cuando agonizaba, cuando ya no podía decir lo mismo por mi querido amigo Brand. Gracias a ellos, los responsables de su muerte están encarcelados, pudriéndose como cucarachas por arrebatarle no solo la vida a un ser bello y maravilloso sino que todos sus sueños e ilusiones que quedarán para siempre irrealizados.
Mi memoria nunca quedará tranquila.
No podré soportar esta pérdida tan grande, solo podré decir:
-Adiós, siempre te extrañaré donde quieras que estés, solo espérame, tu resides en cada parte de mi ser, en mi corazón, en mi mente. Siempre te querré Brand.